Por una causa

Hola amig@s!  Os voy a hablar de mi pueblo, de mi país, de mi gente, de mi familia... Un pueblo que lleva más de 40 años en el desierto de la Hammada( Desierto árido) argelina, en el exilio. Un pueblo que está esperando que el mundo haga justicia, o simplemente que el mundo le escuche, en vez de pensar siempre en los intereses económicos de las superpotencias mundiales antes que los Derechos Humanos. Un pueblo que lleva 3 generaciones en el exilio, donde padres y madres de hoy en día, han nacido en el exilio, donde no hay nada y le es prohibido disfrutar como todo ser humano, por simplemente ser saharaui y tener su propia opinión acerca de lo que quiere para su futuro. Yo mismo he nacido en el exilio, en campos de refugiados, en 1996 donde se esperaba celebrar un referéndum de autodeterminación, aquel mismo año y 18 años después seguimos esperando que el mundo haga justicia  y tal vez porque nosotros confiamos en nuestra causa y en la justicia. Un pueblo que no pierde las esperanzas a pesar de todos los obstáculos por parte del dictatorial, opresor y ocupante régimen marroquí. En una régimen donde los intereses económicos de sus aliados, están antes que los Derechos Humanos. Donde el mundo sólo se mueve cuando le falta lo que se está extrayendo (expolio) de otros territorios donde la ocupación por unos  y la extracción  por parte de empresas extranjeras y siendo cómplice el propio régimen ocupante de forma ilegal, que es Marruecos, lleva más de 40 años violando los Derechos de los saharauis, saqueando sus propias riquezas naturales(..).
Un pueblo que está esperando hace más de 40 años celebrar un referéndum para decidir su autodeterminación, mientras tanto los saharauis están dividido por un muro de más de 2500 km, con más 2 millones de minas antipersonas. Los saharauis no nos queda otra que vivir en campos de refugiados en unas condiciones infrahumanas, otra parte bajo la opresión del dictatorial y ocupante régimen marroquí, mientras otra parte muy privilegiada está en la diáspora estudiando para formarse, para después poder realmente dibujar nuestro futuro con nuestras propias manos.